
Hacer simples técnicas de respiración antes, durante y después de cada entrenamiento o competencia es indispensable para que correr sea mucho más que una simple actividad deportiva. Utiliízalas a favor de tu bienestar físico, mental y emocional de manera profunda y holística (es decir integral e interconectado).
Una forma básica es poner tu atención en cada inhalación y exhalación, de forma muy consciente, observarás como el ruido mental y los pensamientos limitantes dejan de ser agobiantes y comienzas a tener más energía. No sólo te vas a relajar sino que también te mantienes presente, disfrutando el momento.
Acorde a las investigaciones de la Clínica Mayo, cuando corres se incrementa el flujo de sangre al cerebro y se reducen las funciones del lado izquierdo del cerebro, tales como: resolver problemas técnicos, cálculos de números y análisis de información. Esto permite el alza de las funciones del hemisferio derecho del cerebro tales como: emociones, visualizaciones, intuición e imaginación.
Durante las prácticas de carrera meditativa, estás más concentrado, enfocado, en calma y relajación y te ofrece múltiples beneficios en tu salud como bajar la presión arterial, reducir lesiones deportivas, entre otros, porque estás más consciente de tu cuerpo, tus músculos y además, te conecta más con tu Ser interior.
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