
Puedes respirar por la nariz y por la boca, ahora lo importante es la mecánica ventilatoria. Debes tener la espalda derecha, la mirada al frente y los codos flexionados. Los brazos se deben mover rozando las caderas levemente.
Concéntrate en respirar abdominalmente (eso es bajando el diafragma y sacando la barriga en cada inhalación) más que apical o superficial (con la parte superior de los pulmones). Puedes hacer varias series de respiración profunda y pausada antes de comenzar el entrenamiento, inhalando por la nariz y expirando por la boca para relajar y expandir todos los órganos involucrados en la respiración.
Ya durante el trabajo físico, respira suave y tranquilo sin entrecortar la respiración. El oxígeno que entra a tu cuerpo a través de la respiración debe llegar a cada célula. Jorobarte, inclinar la cabeza o correr viendo hacia el piso interfiere con tu mecánica ventilatoria.
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