
Los calambres pueden agarrarnos de sorpresa por múltiples causas. Ante un movimiento involuntario de un músculo hay que estar atento ya que puede ser señal de advertencia. Ante una contracción, la persona afectada deberá detenerse inmediatamente.Luego tendrá que estirar el músculo y masajear la zona para aliviar la tensión.
Una vez que el espasmo haya cesado, la extremidad afectada debe ponerse en movimiento progresivamente, aplicar agua fría suele ayudar. No es necesario tomar analgésico alguno ni aplicar pomadas.
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